Éste es sin duda uno de esos trabajos que te dejan con buen sabor de boca. Por eso hemos querido recordar esos minimomentos inolvidables y compartirlos con todos vosotros.
Destápate un mini y pruébalas dónde, cuando y cómo quieras: en la playa, en la ópera, en el coche, tocando la batería, saltando a la comba o pintando un cuadro… a un servidor se le ha abierto el apetito. Si me disculpan, voy a por un mini… o dos.